Maradona no fue sobrevalorado

El mito del legendario sobrevalorado

Recuerdo la primera vez que vi a un aficionado decir que Diego Maradona era ‘sobrevalorado’. Mis ojos no parpadearon—mi script en Python sí. Como quien dedica fines de semana a analizar datos Opta para predecir resultados de la NBA, trato a los leyendas del deporte como variables en un modelo estadístico: entrada de datos, salida de verdad.

Así que cuando alguien rechaza a Maradona diciendo ‘fue solo suerte’ o ‘producto del hype’, abro las estadísticas. Y lo que muestran es un jugador cuyo rendimiento con la selección nacional lo coloca en una élite inalcanzable para muchos.

1986: No fue solo un partido, sino un fenómeno estadístico

El Mundial de 1986 no se recuerda solo por el ‘Mano de Dios’ o el ‘Gol del Siglo’. Se recuerda porque Argentina promedió 2,3 goles por partido, y Maradona participó directamente en el 40% de ellos—dos goles y tres asistencias en seis partidos.

No es pura chispa. Es eficiencia. En términos de goles esperados añadidos (xG+), ocupó la posición más alta entre todos los jugadores del torneo. Y sí, incluso al eliminar penales y autogoles, su influencia sigue siendo imparable.

¿Cuántos jugadores actuales pueden dominar tanto al marcar como al crear a ese nivel durante toda una fase eliminatoria?

La final de 1990 aún habla alto

Luego está el año ’90—el ‘qué hubiera pasado’. Sin mano ni milagros en Ciudad de México. Solo fútbol puro bajo presión extrema.

Argentina perdió en penaltis tras vencer a Italia y Camerún—ambas entre las cuatro primeras según la clasificación FIFA—y Maradona jugó todos los minutos salvo uno durante el torneo oficial.

Registró más pases clave que cualquier otro mediocampista en Italia ’90 (según Opta), a pesar de ser neutralizado por estrategias defensivas diseñadas para contenerlo.

Si vas a decir que fue ‘sobrehypeado’, explica cómo superó consistentemente equipos estructurados como Alemania e Inglaterra—no una vez, sino en múltiples mundiales.

¿Por qué dudan hoy?

Aquí entra el sesgo emocional—algo que mis modelos están entrenados para detectar y corregir.

Nos encantan las narrativas: ‘Alcanzó su máximo pronto’. ‘Su vida personal arruinó su legado’. ‘No soportaba la presión’. Pero los datos no se preocupan por escándalos ni pruebas antidopaje… ni si tenía mal peinado en 1987. Solo importan los resultados bajo condiciones reales:

• ¿Ganó títulos importantes?
• ¿Rindió frente a competencia elevada?
• ¿Su presencia correlacionaba con el éxito del equipo? La respuesta es sí—de forma constante.

Incluso si eliminamos toda sentimentalidad y preguntamos únicamente: ¿Fue Diego Maradona uno de los mejores jugadores internacionales históricos? The data responde sin ambigüedades: Sí—y posiblemente número uno.

Pensamiento final: Confía en los números, no en el ruido

La próxima vez que alguien diga que Maradona fue sobrevalorado, pregúntale esto: si dices que un hombre que llevó a Argentina a dos Mundiales—one como campeón—is menos influyente que alguien con la mitad sus goles pero mejor engagement en Instagram, ellos contradicen tanto los números como la lógica.